La necedad y el tequila mataron al pacheco

XV años, fiesta, mucho alcohol y los amigos, comenzó desde temprano y Gilbertini y yo nos preguntábamos como llegaríamos y en le trayecto aun peor donde estábamos, llegamos a la carretera y tras caminar unos minutos llegamos al fin, las cervezas llegaban una tras otra y la comida se iba justo antes de que llegaran con mas, los comentarios y risas siempre abundan y las mala copa no son bienvenidas en este lugar, el liquido dorado se esfumo con nuestros cilindros y comenzamos los tragos fuertes llenando nuestras gargantas de un sabor extraño, "todos a la de hidalgo" fue la frase hecha antes de los 12 tragos dobles de bebida nacional que ahora puedo recordar, los amigos de estas fiestas son nuevos y leales, son únicos e irrenplasables, llenan mi rostro con una sonrisa y mi inmadurez los hace sonreír incluso en el peor momento, sonó la música y cada canción me recordaba a miles de persona, los mensajes a todos mis amigos no faltaron y la niña del vestido se acerco a bailar conmigo platicas de libertinaje y de como quitarnos de encima el hecho de ser solteros llegaban a mis odios de un momento a otro desperté en capilla de la iglesia sin saber que hacia ahí, el aire me puso en un mal estado pero aun así no podía dejar de pensar que había pasado, la niña del vestido ya no estaba y era obvio regreso a la fiesta, revise mi artefacto de luces, "sin batería" era el mensaje que decía la pantalla antes de morir y el pasto me acompaño toda la noche hasta que el tiempo dijo que teníamos que salir de ahí, las palabras de Gilbertini me llenaban de ánimos y no me dejaron caer en la desesperación total de no saber donde estaban los demás,

Que buena fiesta, que buena noche, diversión sin control y uno que otro divague que tal vez me entere en la semana, ahora viene la parte del café, los cilindros y el eterno momento...

...en el que me dedico a pensarte

Hector-Kokubunji